MEDICOS QUE FALLECIERON POR CAUSA DE MUERTE VIOLENTA:
CASO DR. FAVALORO PRESTIGIOSO CARDIOCIRUJANO 29 de julio de 2000
LA MUERTE DE UN GRAN MEDICO: TENIA 77 AÑOSSorpresa y dolor por la muerte de René FavaloroEl famoso cardiocirujano apareció muerto ayer, con un balazo, en el baño de su casa
Junto al cuerpo había un revólver calibre 38
Y en el espejo hallaron un mensaje para sus sobrinos
A los 77 años, el cardiocirujano René Favaloro fue encontrado muerto ayer a la tarde en el baño de su departamento de Palermo Chico. Según la Policía Federal, el médico tenía un balazo en medio del corazón y todo indica que habría sido un suicidio.Su muerte conmocionó a la comunidad científica argentina y al público en general, ya que tenía prestigio a nivel mundial. Había desarrollado la técnica del bypass coronario, que salva miles de vidas, y era una hombre público y apasionado.Anoche, el presidente Fernando de la Rúa envió sus condolencias. "Tenía por él el más sincero afecto, amistad y admiración", declaró el Presidente, quien dispuso que sea duelo nacional —la Bandera estará a media asta— cuando entierren al médico. Una medida similar adoptó el gobernador de Buenos Aires Carlos Ruckauf.El cuerpo del cardiocirujano fue encontrado cerca de las 16.45 por su secretaria privada, una médica que tiene 35 años, y por el hermano de esta mujer. Lo primero que hicieron fue avisarle al portero del edificio y, luego, a la Policía.Según fuentes del caso, la secretaria y su hermano llegaron al departamento y notaron que la puerta tenía la llave puesta. Tocaron el timbre, esperaron un rato, y finalmente con su propia llave destrabaron la cerradura para entrar. Favaloro no aparecía por ningún lado. Empezaron a revisar la casa hasta que por una hendija de la puerta del baño se dieron cuenta de que estaba allí adentro.Intentaron entrar, pero la puerta estaba trabada, con el cuerpo del médico obstruyéndola. Entonces llamaron al portero, quien los ayudó a sacar la puerta de su lugar. Cuando entraron, vieron a Favaloro tirado en el piso, ensangrentado, con una herida de bala en la tetilla izquierda y un orificio de salida por la espalda. Sobre el lavatorio estaba el revólver calibre 38 con el que se habría disparado.En el espejo del baño encontraron algo más: una nota pegada en la que el cardiocirujano pedía a quien lo hallara que avisara enseguida a dos sobrinos, un hombre y una mujer. Más tarde habrían aparecido cartas escritas por él que explicarían su decisión, aunque anoche nadie lo había confirmado. También dicen que había fotos.Todo eso demoró hasta las 17.36, cuando el SAME recibió el alerta de la comisaría 53. "Hay un hombre descompuesto encerrado en un baño", le avisaron al sistema de ambulancias. Y le dieron la dirección: Dardo Rocha 2965, 2° piso.En ese lujoso edificio de ladrillos a la vista de Palermo Chico —detrás de Canal 7— vivía Favaloro desde hacía más de 20 años. El cardiocirujano, que se había iniciado como médico rural, era viudo desde 1998, su único hermano había muerto, no tenía hijos y ocupaba la casa solo.Cuando llegaron los médicos, la Policía ya estaba allí, igual que una ambulancia de la Fundación Favaloro. El juez de Instrucción porteño Roberto Grispo y una Unidad Móvil de Criminalística de la Policía Científica no tardaron en sumarse.Los policías y los funcionarios judiciales estuvieron en el departamento más de cinco horas. Según las primeras informaciones, no había motivos claros por los que Favaloro podría haberse suicidado.Pero amigos y allegados señalaron que la fundación que dirigía estaría en apuros económicos. Y que esto lo preocupaba.Pasadas las siete y media de la tarde de ayer, al edificio de Dardo Rocha no paraban de entrar conocidos de Favaloro. Uno de ellos, que se negó a dar su nombre, le dijo a Clarín que no sabía si la Fundación o la universidad que manejaba el médico tenían problemas. "Pero estoy seguro de que él no estaba deprimido", agregó.En el mismo sentido opinó Juan Krauss, presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología. "Estuvo en tratativas con la presidencia de la Sociedad para dar su conferencia en el Congreso Argentino de Cardiología, que será en setiembre. Estaba con el mismo entusiasmo y pasión de siempre".Un rato más tarde llegó al departamento Héctor Lombardo, ministro de Salud de la Nación, quien dijo estar allí en representación del presidente De la Rúa. "Favaloro era miembro del Consejo Asesor del Ministerio. Lo vi hace ocho días y estaba bien, hablaba de proyectos. Sé que su fundación tenía dificultades económicas, incluso él habló del tema con el Presidente, pero no sé si eso podría justificar una decisión así", aseguró.Luego llegó el médico Tulio Huberman, amigo de Favaloro. "El soñaba con ganar el Premio Nobel de Medicina", recordó.Al salir, Huberman agregó que había visto varias cartas en una mesa del departamento, que Favaloro habría escrito para despedirse y explicar su decisión. Anoche no se había informado si Favaloro será velado. En la Fundación sólo se limitaron a expresar su dolor. "Vamos a seguir adelante con la obra del doctor", aseguraron.
CASO DR. MARTINEZ MARTINEZ CARDIOLOGO PRESTIGIOSO 27 de mayo de 2003
Un hecho que causó conmoción en la comunidad científica
Asesinan a un cardiólogo en Recoleta
Los investigadores creen que el crimen está relacionado con denuncias que hizo por cuestiones vinculadas con su trabajo
Le pegaron tres disparos a quemarropa
Dos en la espalda y el restante en la nuca
El cadáver estaba boca abajo en una camilla, con las manos atadas detrás
Noticias de Información general: anterior siguiente Jueves 29 de mayo de 2003 Publicado en edición impresa
FOTO El frente del edificio de la calle Junín, donde fue encontrado asesinado el médico Foto: Fernando Massobrio
"Al doctor José Andrés Martínez Martínez lo habrían asesinado por una cuestión relacionada con su trabajo. Le dispararon por la espalda y a quemarropa."
Tal hipótesis constituye la principal línea de investigación que maneja la policía sobre el asesinato del cardiólogo, según reveló a LA NACION una calificada fuente judicial.
Martínez Martínez, de 57 años, casado y con tres hijos, era presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), y fue asesinado anteayer por la tarde en su consultorio, situado la planta baja del edificio de Junín 1276, en Recoleta.
"Una parte de la investigación apunta a determinar si el médico presentó alguna denuncia judicial contra una empresa o corporación ya fuera a título personal o como presidente de la Fundación Cardiológica Argentina", explicó el informante.
Aparentemente, la víctima habría denunciado supuestas irregularidades en la comercialización de marcapasos en mal estado. Martínez Martínez se oponía desde hacía tiempo a la técnica de reanimación cardíaca eléctrica, un negocio millonario que ahora está bajo la lupa de los investigadores del caso.
Además, estaba al frente de una campaña contra el tabaco a partir de estudios relacionados con el daño provocado por los cigarrillos.
El cardiólogo había sufrido tiempo atrás dos asaltos en su domicilio de Independencia y Sarandí, pero hasta anoche los investigadores no lograron relacionar estos hechos con el crimen.
A partir de los testimonios de la familia, amigos y colegas, los investigadores estarían convencidos de que el médico gozaba de una altísima reputación en lo profesional, tanto en el país como en el exterior, y llevaba una vida intachable en lo familiar.
Fuentes de la investigación relataron que el médico habría sido asesinado entre las 14 y las 16 de anteayer. Le pegaron tres balazos: dos en la espalda y el restante en la nuca.
"Por el momento, intentamos reconstruir cómo fueron los últimos minutos con vida del cardiólogo: queremos establecer con precisión a qué hora llegó, con quién tenía que encontrarse esa tarde, con quién hablaba por teléfono, si tenía miedo y si lo habían amenazado", dijo uno de los investigadores. En principio, los detectives descartaron el robo como móvil del homicidio.
Dicha presunción se fundó en el análisis de la escena del crimen. La puerta no había sido violentada, el consultorio no estaba desordenado y, según la familia de la víctima, no faltaba nada.
"Creemos que el médico conocía al asesino. La puerta principal del edificio sólo puede abrirse desde adentro. También pudo ocurrir que el homicida, al hablar por el portero eléctrico, invocara a alguien que el médico conocía", dijo el investigador.
El cadáver de Martínez Martínez fue hallado anteanoche, minutos después de las 21, por una de sus hijas. Estaba en la camilla del consultorio, boca abajo, con las manos atadas hacia atrás con una soga. Además, tenía las piernas amarradas con su guardapolvo.
Fuentes policiales indicaron que el día que mataron el cardiólogo había trabajado hasta las 12 en el Hospital de Clínicas. Esa tarde concurrió a su consultorio para encontrarse con la profesora de inglés con la que tomaba clases desde hace ocho años. Aparentemente, nunca se reunió con la profesora, que habría asistido al encuentro y, luego de tocar el timbre, se marchó ante la falta de respuesta.
Era la única cita que tenía esa tarde, debido a que atendía el consultorio los lunes, miércoles y viernes. Anteanoche, preocupadas porque el cardiólogo no había regresado a su casa del barrio de San Cristóbal y porque no respondía en el teléfono de su consultorio, Teresa, su esposa, y una de sus hijas decidieron buscarlo. Entonces, la joven se dirigió al edificio de Junín al 1200, donde encontró el cuerpo de su padre.
Por Gustavo CarabajalDe la Redacción de LA NACION En favor de la prevención
El cardiólogo José Martínez Martínez era un defensor de la medicina preventiva y desde hacía tiempo se oponía a una técnica de reanimación cardíaca eléctrica. Se trata del cardiodesfibrilador, un dispositivo eléctrico que se implanta en pacientes con arritmia para evitar la taquicardia ventricular, ritmo previo al paro cardíaco. Según fuentes médicas consultadas, Martínez Martínez se oponía a ese tipo de implantes, ya que promovía la aplicación de terapias manuales y preventivas, como los masajes cardíacos.
CASO DR. ROVEDA PRESTIGIOSO OFTALMOLOGO 05 de junio de 2005
Jueves 14.07.2005
DOBLE TRAGEDIA EN VILLA CRESPO
Se suicidó la mujer de un médico al que habían matado en un asalto
El viernes había identificado a dos de los asesinos de Carlos Roveda. Ayer se pegó un tiro en el corazón después del desayuno. Dejó una carta simbólica a su marido y otra a los investigadores.
Silvia sintió que su misión ya estaba cumplida, y que lo que le quedaba de vida ya no tenía sentido. El 5 de junio, frente a sus ojos, una banda de asaltantes había matado a balazos a su marido y razón de su existencia, el prestigioso oftalmólogo Carlos Roveda. Testigo clave, ella se entrevistó con cuanta autoridad la atendió y aportó pruebas a los investigadores. En cuanto identificó a los asesinos, decidió que era suficiente: ayer, después del desayuno, se pegó un tiro calibre 38 en el corazón.Silvia García de Roveda tenía 56 años y no paraba de repetir que Carlos había sido el centro de su vida. Sin hijos, hasta el crimen incluso había sido la principal asistente del oftalmólogo. Desde el asesinato, no había hecho más que ayudar a los investigadores. Logró describir con un 90 por ciento de exactitud a quien disparó contra su marido, gracias a lo cual se lo ubicó, y luego identificó a dos sospechosos en rueda de reconocimiento.Hoy hay cuatro detenidos por el crimen de Carlos Roveda (57), y los investigadores aseguran que esto no hubiera sido posible sin el aporte de Silvia. Ayer, ella dejó dos cartas donde demuestra que lo sabía. Una fue dedicada a su marido, en la que señaló que sentía que al identificar a los asesinos había cumplido con "su misión", según agencia Télam. La otra es de agradecimiento para "el comisario Ernesto Weber, el inspector Smith y el doctor (Martín) Niklison", policías y fiscal que actuaron en el caso.El trágico destino de los Roveda empezó a escribirse el domingo 5 de junio, cuando el matrimonio volvía a su casa en una camioneta 4x4 tras pasar el fin de semana en una quinta. Frenaron frente al garage, en Olaya 1225 (Villa Crespo), y apareció un Renault Clío.Según contó Silvia a los investigadores, dos hombres armados bajaron del coche y los encararon cuando ella abría el portón. El doctor Roveda, que tenía permiso para portación de armas, sacó su pistolón calibre 380 e intentó resistirse. Fue fatal: le pegaron dos tiros mortales y huyeron en el auto con un tercer cómplice.La mujer, casada desde hacía 35 años con Roveda, se encontró sola. Como pudo, se rehizo para hacer un "photo fit" (identikit) del asaltante que había disparado. Con esa descripción, la Policía puso en la mira a un sospechoso. Tuvieron éxito.Tal como ya informó Clarín, el 12 de junio la Policía detuvo a tres hombres que andaban en un Clío similar al del asalto. Les secuestraron una importante cantidad de armas, incluida una pistola 9 mm. Esta fue cotejada con un proyectil encamisado en teflón hallado en la escena del crimen y se comprobó que había sido la que disparó contra Roveda.Al mismo tiempo, mediante escuchas telefónicas la Policía ubicó a un hombre que solía ir a casa de uno de los detenidos y lo apresó. El viernes pasado, los cuatro sospechosos fueron sometidos a rueda de reconocimiento y Silvia identificó positivamente a dos de ellos, como ya publicó Clarín. El martes le dijo a su hermano Abelardo que ayer pasaría el día en una quinta, que no la buscara. A las 11 de la mañana, en la misma casa donde había vivido con su marido, se disparó.
ESCENARIO. LA CASA DEL MATRIMONIO ROVEDA. LLEVABAN 35 AÑOS DE CASADOS. (Foto: Archivo)
Perfil
Nacido en 1947, Carlos Eduardo Roveda era un profesional muy reconocido en su especialidad. Su padre, el doctor José María Roveda, fue uno de los pioneros de la Oftalmología en el país. Juntos escribieron el "Manual de Oftalmología", un conocido libro de pregrado. Roveda, especializado en la clínica y la cirugía de retina, fue profesor adjunto en la Facultad de Medicina de la UBA, y presidió Sociedad Argentina de Oftalmología entre 1998 y 2000. También dirigió la revista Archivos de Oftalmología de Buenos Aires.
MAGNICIDIOS:
Domingo 27.02.2000
Clarín.com » Edición Domingo 27.02.2000 » Política » Detuvieron a un paraguayo acusado del asesinato de Argaña
RELACIONES CON PARAGUAY: EL CRIMEN DEL VICEPRESIDENTE DE PARAGUAYDetuvieron a un paraguayo acusado del asesinato de ArgañaEs Luis Alberto Rojas, prófugo de la Justicia de su país. Fue capturado en el Gran Buenos Aires. Y se lo acusa de ser el autor material del crimen, en marzo de 1999. El Gobierno ya espera el pedido de extradición.
Luis Alberto Rojas, el ciudadano paraguayo acusado de asesinar al vicepresidente de su país, Luis María Argaña, se encuentra detenido desde ayer en el Departamento Central de Policía de Buenos Aires, mientras el Gobierno argentino espera que las autoridades de Asunción inicien esta semana el pedido de extradición.Una delegación de la policía paraguaya llegó ayer a Buenos Aires para reconocer a Rojas, prófugo de la Justicia de su país.Rojas había sido detenido hace un mes por la Policía Bonaerense cuando intentó asaltar una remisería en la localidad bonaerense de Morón. Junto a él fueron detenidos Pablino Vera Villalba, de 23 años, Cristian Cáseres Duarte, de 20, y Ramón Núñez, de 33, todos de nacionalidad paraguaya, aunque las fuentes oficiales informaban ayer que, en principio, no hay ninguna vinculación entre ellos y el asesinato de Argaña.El ministro del Interior, Federico Storani, dijo ayer a Clarín que el traslado de Rojas desde la comisaría de González Catán, dende permanecía detenido, al Departamento de Policía se realizó por la tarde, en el marco de un fuerte operativo de seguridad organizado por agentes de Interpol y de la Policía Federal.Rojas está acusado de magnicidio: en la Justicia de Paraguay se lo señala como el autor material de los cinco disparos que provocaron la muerte de Argaña, el 23 de marzo de 1999.Rojas quedó en prisión acusado de tenencia de armas de guerra, ya que en el robo a la remisería tenía en su poder un arma Jericho, de origen israelí, calibre 9 milímetros.Pero los funcionarios de Interpol se comunicaron con el Ministerio del Interior para confirmar si el detenido era la misma persona buscada en Paraguay. Recién ayer, las autoridades policiales tuvieron la plena seguridad de que se trataba del mismo ciudadano acusado de magnicidio, por lo que miembros de Interpol se presentaron en la comisaría de González Catán a las dos de la madrugada de ayer para pedir un refuerzo en la seguridad de Rojas.De ese modo, se despejó la posibilidad de un equívoco como el que ocurrió hace unos meses, cuando la Policía encontró en una cárcel argentina a un paraguayo con el mismo apellido, pero que no era el mismo que se buscaba.Su caso está ahora en manos del juez federal de Morón Daniel Criscuolo.Storani tuvo ayer un sábado agitado. Además de comunicarle la novedad al presidente Fernando de la Rúa, habló dos veces por teléfono con la embajadora argentina en Asunción, Leila Rachid.Mientras informaba a la Justicia paraguaya, la embajadora le manifestaba a Storani su preocupación por la posibilidad de que Rojas llegara a quedar en libertad por el delito cometido en la Argentina antes de que llegara la certificación de su identidad, lo que finalmente no ocurrió.Rachid y Storani también conversaron sobre cuáles serán los próximos pasos del Gobierno. Por lo pronto, deberán esperar que la Justicia paraguaya envíe los papeles con el pedido de extradición.Aunque la extradición será una decisión final de la Justicia, en el Gobierno dan como un hecho que no habrá problemas en enviar a Rojas a Paraguay. Al contrario, De la Rúa está más que interesado en tomar distancia de la crisis política paraguaya que rodea la investigación del asesinato de Argaña desde el año pasado.La Argentina fue escenario de ese conflicto, sobre todo, luego de haberle concedido asilo político al ex general Lino Oviedo, acusado de ser el autor intelectual del asesinato de Argaña.El asilo fue concedido por el gobierno de Carlos Menem. El ex militar paraguayo se esfumó el 9 de diciembre, un día antes de que asumiera De la Rúa.Desde entonces, pesa sobre Oviedo un pedido de captura internacional, lo que no le impidió mostrarse ante la prensa en distintas conferencias y dar evidencias de que circulaba por territorio argentino y paraguayo. Las autoridades de inteligencia de ambos países aseguran no tener información sobre el paradero de Oviedo.
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MUJERES VIOLADAS Y ASESINADAS:
Crimen en GEBA: un detenido
Fabiana Gandiaga desapareció el 20 de octubre, cuando asistió a GEBA para observar a su hijo en una competencia de artes marciales. El cuerpo fue hallado este sábado, en un sótano de difícil acceso. La maestra María Fabiana Gandiaga, cuyo cadáver apareció en el hueco de un ascensor del club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (GEBA), en el barrio porteño de Congreso, fue asesinada y tenía “signos de haber sufrido una violación”, informaron ayer fuentes policiales. En la causa quedó detenido por “homicidio” un empleado de limpieza de GEBA, luego de que los investigadores hallaron el teléfono celular de la víctima en su domicilio.
El cuerpo de Gandiaga, que el viernes hubiera cumplido 37 años, fue hallado pasadas las
22.30 del sábado en el hueco de un ascensor en desuso del club.
El empleado de limpieza detenido ya estaba bajo sospecha de los investigadores debido a que
su relato presentaba “contradicciones”, en las distintas declaraciones que prestó como testigo.
Pero el hecho de que el cadáver apareciera cerca de su lugar de trabajo, una zona a la que pocas
personas del club tienen acceso, complicó su situación.
La mujer, que era intensamente buscada por su familia y la Policía, había sido vista por última
vez el sábado 20 de octubre a las 16.30 cuando asistió a GEBA para observar a su hijo en una competencia de artes marciales y le avisó a una amiga que se ausentaba del lugar por unos minutos para comprar una gaseosa.
El cadáver de Gandiaga se encontraba desnudo desde la cintura para abajo y con signos de haber
sido víctima de una violación, dijeron fuentes policiales.
Cerca de las 2 de ayer, los bomberos concluyeron la tarea de extraer el cadáver del pozo del ascensor y lo llevaron a la morgue judicial para que se realice una autopsia. Una vez concluido el
examen de los peritos forenses se podrá determinar la causa de la muerte, el día en que ocurrió y
confirmar si fue violada, como presumen los investigadores dado el tipo de golpes que tenía y el
desgarramiento de la ropa.
El pozo del ascensor donde apareció el cuerpo fue minuciosamente revisado por efectivos
de la Policía Científica, en busca de rastros que permitan determinar si el cadáver “fue plantado”
en el lugar, es decir si fue colocado allí luego de su muerte. Al parecer, ese ascensor ya había sido
revisado por la Policía cuando buscaron a la mujer por todas las instalaciones del club, por lo que
se especula con que haya sido colocado allí días después.
Desde que la mujer desapareció, su esposo, Andrés Cabana, inició en los medios de comunicación
una campaña para averiguar el paradero de su mujer.
En principio se barajaba la posibilidad de que la mujer se hubiera ido por su propia voluntad
por cuestiones personales, lo que siempre era resistido por su esposo, que insistía en que no había motivos para que tomara esa decisión.
Si bien Andrés Cabana fue avisado el mismo sábado del trágico hallazgo, la madre de la joven
maestra, María del Carmen Gandiaga, se enteró de la muerte de su hija ayer a la mañana, al
oír la novedad por una radio mientras estaba acostada en su cama, contó ella misma en medio
de una crisis de llanto.
La maestra había asistido aquel sábado a la sede de GEBA para acompañar a su hijo de seis años,
quien participaba de un campeonato de taekwondo y ella misma llevó una cámara.
SECUESTROS EXTORSIVOS A MUJERES CON AMPUTACION DE DEDO:
La crisis de seguridad: estuvo 26 días secuestrada
Le amputaron un dedo antes de liberarla
La víctima es una mujer de 32 años y creen que la familia pagó 400.000 pesos de rescate; apareció viva en Vicente López
El primer pedido había sido de un millón de pesos
Le entregaron a los familiares una prueba de vida dentro de una caja
Se trataba de un dedo meñique de la cautiva
Noticias de Información general: anterior siguiente Miércoles 17 de setiembre de 2003 Publicado en edición impresa
Una mujer de 32 años, que estaba secuestrada desde el 21 de agosto último, y a quien sus captores le cortaron un dedo meñique como forma de presión para cobrar el rescate, fue liberada anoche, según revelaron fuentes policiales.
La víctima del secuestro, identificada por la policía como Mirta Fernández, apareció en la avenida Maipú, partido deVicente López poco antes de la medianoche y se cree que su familia pago la mitad de los 800.000 pesos que la banda de secuestradores exigía para liberarla.
La amputación y la entrega del dedo se produjo hace unos diez días.
La víctima, hija de un supuesto capitalista de juego que opera en la zona de San Miguel, le seccionaron un dedo meñique. El miembro fue entregado a su padre, a quien citaron en un lugar y le dijeron que debía recoger un mensaje colocado dentro de una caja de pequeñas dimensiones, que no era otra cosa que el dedo amputado de su hija.
Mirta Fernández, de 32 años, fue mutilada por los integrantes de la banda de secuestradores, que decidieron enviar ese mensaje tenebroso a su familia con el fin de que entregara el dinero para su liberación.
Los parientes, atemorizados, hicieron la mitad del pago exigido por los delincuentes y desde ayer por la mañana esperaban ver a la mujer en libertad. Presión sobre la familia
Según trascendió de informantes seguros, hace dos semanas los secuestradores comenzaron a incrementar la presión sobre la familia de la víctima. Es que a las constantes amenazas telefónicas de matarla si no se efectuaba el pago requerido, se sumó la advertencia de que iban a comenzar por mutilarla, dijeron allegados a la causa.
Fernández fue capturada durante la madrugada del 21 de agosto último, cuando se dirigía a su casa de Don Torcuato a bordo de una camioneta 4x4. Fue sorprendida por alrededor de ocho delincuentes armados con fusiles FAL que se la llevaron en otro vehículo.
Los pesquisas que reconstruyeron el secuestro determinaron que la banda se movilizaba en por lo menos dos automóviles, uno de los cuales le cortó el paso a la camioneta y el otro se le cruzó por detrás para evitar que pudiera escapar.
Minutos después de concretar el secuestro, los delincuentes se tirotearon con un policía que casualmente pasaba por el lugar y que a poco estuvo de frustrar el golpe.
Los captores demoraron la comunicación con los familiares de la víctima, que se concretó sólo tres días después con la exigencia de cerca de un millón de pesos de rescate, que luego bajaron a 800.000 y que finalmente habrían sido 400.000 pesos. Nueva ley
Este caso es uno de los primeros que se conocen en los que se comenzó a aplicar la nueva ley del paquete antisecuestros que aprobó el Congreso, a instancias del Gobierno, que deja la investigación de estos casos en manos de los fiscales.
Por eso la investigación es llevada adelante por la fiscal federal de San Isidro, Rita Molina, con intervención del juez de ese distrito Roberto Marquevich, que actúa como garante de la legalidad de los allanamientos, detenciones e intervenciones telefónicas. Los policías a cargo de la causa pertenecen a la División Delitos Complejos de la Policía Federal.
La puesta en marcha de la nueva normativa ya habría generado algunas fricciones. Por caso, el juez Marquevich ya decretó la nulidad de varias de las medidas que había dispuesto la fiscal Molina y cuestionó algunas intervenciones telefónicas que había solicitado.
Ya hay dos antecedentes de secuestros en los que le fue cortado un dedo a la víctima. Uno de ellos es el de Ariel Strajman, secuestrado en Villa Urquiza en octubre último. Le seccionaron también un dedo meñique y se lo enviaron a su familia para que pagara el rescate de 30.000 pesos que exigían por su liberación, de lo que se informa por separado.
Los mismos policías a cargo de este secuestro son los que detuvieron a los secuestradores de Strajman.
Además, esa misma división intervino en otro caso en el que la víctima fue mutilada. Ocurrió en marzo último, en Tortuguitas. A la víctima, un hombre de 40 años que estuvo cautivo cerca de un mes y fue liberado tras el pago de un cuarto de millón de pesos, le seccionaron una falange y la enviaron a sus familiares. Otros casos
Caso Strajman, Octubre de 2002
Esta no es la primera vez que una banda de secuestradores actúa con semejante saña y mutila a su víctima. En octubre del año último, Federico Strajman, hijo de un joyero, había sido secuestrado por una banda integrada por toda una familia que, para dar una prueba de vida de la víctima, le seccionó el dedo meñique de la mano derecha, para luego entregarlo dentro de una caja. Por el secuestro de Strajman hubo seis personas detenidas. Los acusados de mantener cautivo al joven se movían con total impunidad en costosos vehículos y mantenían un alto nivel de vida, con casas suntuosas en el barrio de Belgrano y en un country de Pilar. Un empresario, 26 de marzo
Un empresario a quien los secuestradores le cortaron la falange de un dedo para dar una prueba de vida a sus familiares fue liberado el 26 de marzo último por sus captores tras el pago de 200.000 pesos en concepto de rescate, según trascendió de fuentes policiales. La víctima, cuya identidad y edad no fueron proporcionadas, había sido secuestrada en un country de Tortuguitas, en el partido de Malvinas Argentinas, y fue liberada en una zona no revelada del partido de San Fernando, en el norte del conurbano.
Los familiares de la víctima habían solicitado a los secuestradores una prueba de vida antes de acceder al pago del rescate. Y éstos no se negaron, pero dando muestras de una brutalidad sin límites enviaron a la familia una falange del secuestrado.
CATASTROFES:
Inundación del 24 de enero del 2001 en Capital Federal ... que vivían en un geriátrico ubicado en Villa Urquiza que murieron ahogadas luego de ...
La Justicia absolvió a los dueños del local y a dos inspectores del Gobierno de la Ciudad.
LOS GIRASOLES. EL GERIATRICO ESTABA EN SUPERI AL 2200, BELGRANO R.
LAPA fatídico vuelo 3142 del 31 de agosto de 1999,
2009-02-18 00:00:00Nota correspondiente a la publicación del día Miércoles de 18 de Febrero de 200920:53 - SOCIEDAD Las víctimas del accidente de LAPA no quieren que el juicio concluya con probations. A dos días de cumplirse un año del inicio del debate, los sobrevivientes y familiares de los 65 muertos rechazaron hoy el pedido de los responsables de la empresa de cesar el juicio y cambiar las penas por trabajos comunitarios.
REPUBLICA CROMAÑON 30 de diciembre de 2004 (ASFIXIA TOXICA)
GRANDES INCENDIOS: 07 de agosto de 2005, se produjo un incendio en el edificio de la calle Florida Nº 537 de esta Ciudad Autónoma de BUENOS AIRES.
Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) Edificio de la Galería Jardín en la Ciudad de Buenos Aires
LAPA vuelo 3142 incendio enfrente del Aeroparque Jorge Newbery, 65 muertos
ACCIDENTES DE TRABAJO:
Sangriento tiroteo en una panadería de Barrio Norte
Noticias de Información general: anterior siguiente Domingo 19 de diciembre de 1999 Publicado en edición impresa
Los alrededores de la parroquia Nuestra Señora del Socorro, en Retiro, fueron ayer escenario de un sangriento tiroteo entre la policía y una banda de delincuentes que había tomado a empleados y clientes como rehenes en el interior de una panadería cuando ingresó a robar.
El asalto, que ocurrió a una cuadra y media de la comisaría 15a., fue frustrado por la policía, que mató a uno de los delincuentes, hirió a otros dos -entre ellos una joven- y detuvo a una mujer que integraba la banda.
Eran los mismos ladrones que ya habían robado antes el lugar, dijeron empleados a La Nacion.
El asalto se produjo a las 19.30 en la confitería Dos Escudos, de Juncal y Suipacha, en el barrio de Retiro, cuando una joven ingresó en el local y pidió dos sandwiches de miga. Viendo que todo estaba tranquilo, sus tres cómplices irrumpieron empujando hacia el interior a una mujer embarazada que estaba en la puerta.
Armados con dos pistolas calibre 11.25 y un poderoso revólver Magnum 3.57, amenazaron a los gritos a los cuatro clientes y a los cinco empleados que trabajaban en el lugar.
Tomaron la plata de las cajas y exigieron a todos los que estaban allí su dinero y alhajas. Con la situación bajo control, los ladrones obligaron a los rehenes a encerrarse en una gran cámara frigorífica, situada en el fondo.
Cuando se disponían a escapar por la puerta principal, sobre Juncal, no advirtieron que una de las panaderas pudo abrir desde adentro una puerta de la heladera industrial y escapar de una muerte segura, por la salida que da a la calle Suipacha.
Allí avisó a un agente que estaba de guardia en la esquina. El policía pidió refuerzos a la vecina seccional y llegaron dos patrulleros haciendo sonar sus sirenas.
Los policías trataron de ingresar por Juncal, pero los asaltantes los recibieron a tiros. La policía respondió y desalentó su fuga.
Los ladrones intentaron entonces huir por la puerta de Suipacha, pero allí se encontraba otro patrullero. Dos hombres se enfrentaron a balazos con los ladrones y bastaron tres disparos para matar a uno de ellos y herir a otros dos, una joven y un hombre. Las balas perforaron las puertas vidriadas del interior del local.
Aprovechando la confusión, la otra ladrona, con una sugestiva blusa roja que no ocultaba su embarazo, intentó escaparse por la puerta principal, pero a los cien metros fue detenida, según dijo el comisario Ricardo Sofandi, titular de la comisaría 15a. Llevaba el dinero del botín y no se resistió, a pesar de estar armada con una pistola.
La policía pudo entonces entrar en el local y liberar a los rehenes encerrados en la cámara frigorífica.
"Me empujaron y me sacaron la billetera. Perdoname, pero estoy nerviosa. Fue horrible", sollozó la rehén embarazada.
Andrea Márquez, a cargo del catering, relató: "Nos robaron cuatro veces en lo que va del año". Muchos vecinos se acercaron al lugar. Ernestina Gowland comentó: "Todos los sábados vengo a comprar facturas a esta hora y hoy mi marido me hizo demorar. Si no, me hubiera tocado a mí".
Los tiros se escucharon en la parroquia, donde tenía lugar un casamiento. El sacerdote que oficiaba la ceremonia salió corriendo para dar la extremaunción al ladrón fallecido.
Murió otro obrero de la construcción en un derrumbe. Fue en Boedo. El hombre murió cuando trabajaba en un pozo de 6 metros. La tierra se desmoronó. 20 de octubre de 2000.-
SE DERRUMBO UNA LOSA EN UNA DEMOLICION (DIC. 2005)
Obrero muerto en Barracas
"Dicen que se escuchó en buena parte de Barracas. Tres obreros trabajaban maza en mano en la demolición de un galpón de lo que fue la fábrica Noel. Pero un mal cálculo provocó el derrumbe inesperado de la zona donde golpeaban. Uno de ellos no alcanzó a saltar hacia zona segura, como pudieron los otros dos, y quedó atrapado entre los fierros y los escombros. Su cuerpo no llegó a soportar los dos mil kilos de la losa y los restos de hormigón lo ahogaron. De la víctima ayer no se supo mucho. Se llamaba Alejandro Vázquez Castaño. Tenía 21 años.Ni la policía ni los bomberos sabían ayer de su familia. Sus dos compañeros, que salieron ilesos, no hablaron de su historia. Hace por lo menos ocho meses que este grupo de trabajadores había comenzado a maza limpia a bajar los laberintos de lo que fue una de las fábricas más prósperas del país: Noel. El predio ocupa toda la manzana formada por Daniel Cerri, California, Hernandarias y Avenida Patricios. El derrumbe fue en Cerri al 1251. La policía contó ayer que un paredón del mismo edificio cayó hace algunos meses sobre la vereda de California, pero que no hubo víctimas.“Estaban trabajando, cortando con equipos el cemento y cedió la loza, se vino. El obrero estaba en un primer piso, a unos tres metros. Cayó hacia la planta baja, y quedó atrapado. Hubo que mover casi un metro de escombros para sacarlo”, contó una fuente policial que participó del rescate. Debieron usar una grúa para mover el concreto. “Han tardado mucho en la obra. Llevan mas de ocho meses. Adentro eso es enorme”, describió la fuente. La fábrica era un viejo edificio de seis pisos en cuyo interior además de derrumbar desmontan desde calderas a antiguas máquinas industriales. El subcomisario Omar Vacca, de la División Central Alarma de la Policía Federal, dijo que “los perros trabajaron en la zona para detectar el sector donde podía haber una persona, lamentablemente encontramos primero la maza y continuamos hasta llegar al cuerpo”. De acuerdo a lo informado oficialmente, la obra tenía autorización".
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Los bomberos clausuraron la obra y rescataron el cuerpo.
ACCIDENTES DE TRANSITO: VIALES, AEREOS, FERROVIARIOS.-
ACCIDENTES FATALES:
TENIA 14 AÑOS Y MURIO ELECTROCUTADO EN UNA CAMARA DE EDESUR (Clarín)
La tragedia de un chico que quiso rescatar un pesoNicolás Oviedo salía de un colegio de Caballito y se le cayó una moneda por la tapa de una cámara. Según testigos, la tapa no tenía candado
SANDRA COMMISSUn chico de 14 años quiso recuperar una moneda de un peso que se le había caído a una cámara subterránea de electricidad, en la vereda de su escuela, en Caballito. Entonces sacó la tapa y bajó a buscarla, pero recibió una descarga de 13.200 voltios que lo fulminó.Eran las 11.30 de una mañana de sol. En la puerta del colegio industrial Ingeniero Luis Huergo, en Martín de Gainza 1.050, varios chicos conversaban ayer sentados sobre la pequeña pared de una cámara de electricidad, que asoma medio metro sobre la vereda. A uno de ellos, Nicolás Oviedo, se le cayó una moneda de un peso por el respiradero de la cámara, cuya tapa estaba soldada. El chico caminó unos metros hasta la entrada por donde baja el personal para hacer los arreglos, abrió la tapa enrejada y bajó por una escalera a buscar su moneda. Al rozar el transformador recibió la descarga y murió electrocutado.No vayas, no bajes, le pidieron los compañeros a Nicolás cuando quiso ir a recuperar su moneda. Pero él insistió. Para sacar la tapa enrejada de hierro forjado que cubre la entrada a la cámara subterránea tuvo que levantar diez kilos de peso. Y empezó a bajar por la escalerilla.Bajó dos metros, pero como estaba muy oscuro, les pidió a sus amigos que se habían quedado en la vereda que le tiraran un encendedor para alumbrarse. A los pocos minutos, se escuchó un fuerte ruido similar al de una explosión y un grito. Sus compañeros se aterraron. Una de las chicas empezó a gritar hasta que varios de ellos reaccionaron y corrieron a avisarles a las autoridades del colegio, que llamaron a un servicio médico y a los bomberos.La empresa Edesur emitió un comunicado en el que dijo que el hecho se produjo en el interior de una cámara de transformación eléctrica. Y agrega que está colaborando con la Policía y con la Justicia para esclarecer lo ocurrido. Edesur asumirá todas las consecuencias derivadas del hecho, de acuerdo con la responsabilidad que le pudiere corresponder, afirmó.Habíamos salido más temprano porque tuvimos el acto del 9 de Julio y nos quedamos charlando en la puerta. Siempre nos sentamos en ese lugar. A Nicolás se le cayó la moneda y enseguida quiso ir a buscarla. Nosotros quisimos convencerlo para que no bajara, le dijimos que si necesitaba plata, la señora del quiosco podía darle. Pero él quiso ir igual, contaron José María y Emanuel. Después, tratando de entender, agregaron: No sé por qué se empecinó en ir a buscar esa moneda.Nicolás cursaba segundo año y según contaron sus compañeros, participaba en el centro de estudiantes.Esa reja cada tanto está abierta y a veces algunos chicos se meten. Pero sólo se animan a bajar dos escalones, confesaron algunos alumnos, conmocionados.La cámara, ubicada exactamente frente a la entrada del colegio, es una transformadora de energía de media a baja tensión. Recibe 13.200 voltios y los convierte en 220, que desde allí se distribuyen a 400 casas del barrio, que anoche seguían sin luz, mientras se hacían las pericias ordenadas por el juez Héctor Yrimia.Según testigos, la reja de protección se encontraba sin candado. Y tampoco tiene carteles que adviertan del peligro.La semana pasada hubo un corte de luz en el barrio y estuvieron los técnicos de Edesur arreglando. Después de eso, no vi más el candado, contó a Clarín, Carlos Garbarello, profesor de 4 año del Huergo.Una pared de medio metro de altura rodea la cámara para evitar que se inunde el interior cuando llueve. En la cámara hay un tablero sectorizado y un convertidor de la energía.Lo más probable es que el chico haya intentado treparse a los barrales del transformador y se haya resbalado. Por eso tocó el transformador y recibió la fuerte descarga eléctrica, conjeturó Julio Da Rocha, jefe del cuartel 6 de Bomberos, quien rescató el cuerpo de Nicolás.Durante más de dos horas, en la puerta del colegio donde cursan 1.600 alumnos en dos turnos, se mezclaban la confusión y la bronca. Los alumnos seguían de cerca el trabajo de los bomberos.Cerca de las 14, los bomberos retiraron del interior de la cámara el cuerpo del chico, en medio del tumulto de estudiantes.A medida que pasaba el tiempo, crecía la indignación de los chicos contra la empresa Edesur .Esa tapa estaba abierta hace mucho y cualquiera se puede meter. Eso es una negligencia de la empresa de electricidad y nosotros queremos que alguien se haga responsable de lo que pasó. A ellos no les importará pero para nosotros una vida es muy importante, dijo Pablo Martínez, del centro de estudiantes. Muchos se preguntaban sobre la responsabilidad del ente regulador del sector energético, ENRE, y del Gobierno de la Ciudad en el control de este tipo de instalaciones en la vía pública .Tres horas después de la tragedia, algunos chicos se asomaban a la cámara. En el fondo, se alcanzaba a ver la moneda".
ASALTOS TIPO COMANDO:
A EMPRESAS:
Espectacular persecución de doce delincuentes
Asalto y tiroteo, con rehenes, en San Telmo
Un grupo comando intentó robar una oficina del puerto; se enfrentó con la policía y dos ladrones fueron abatidos
Noticias de Información general: anterior siguiente Viernes 8 de mayo de 1998 Publicado en edición impresa
"Entramos, nos obligaron a sacarnos los sacos para comprobar que no estábamos armados y, de inmediato, les ofrecimos canjear a los rehenes por nosotros.
Pero ellos se negaron, pese a que estaban muy nerviosos y nos apuntaban con un FAL y otras armas de guerra."
El testimonio, dramático, pertenece al comisario mayor Juan Carlos Navedo, quien junto con su colega Marcelo Infante tuvieron que negociar durante dos horas con cinco delincuentes que retuvieron como rehenes a cuarenta empleados de la empresa Apple Computer, situada en Azopardo 1168.
La frase había marcado el punto final para la alocada carrera del grupo comando integrado por 12 delincuentes que, a las 16.20, "irrumpieron en el complejo de oficinas Costanera Central, para asaltar el local de la empresa Roggio, donde pensaban encontrar un botín de casi 500.000 pesos", según señaló el comisario general Luis Santiago Fernández, superintendente de Seguridad Metropolitana de la Policía Federal.
Pero algo salió mal. Cuando los malvivientes ingresaron en el edificio situado en España y Brasil, en la zona portuaria donde, según sus informes, debían estar solamente un par de empleados y un solo custodio, encontraron una convención con una veintena de personas, mozos, sándwiches y muchos bocaditos. Golpe fallido
"Quedate mosca o los matamos a todos", le dijeron los asaltantes cuando el efectivo de Prefectura que custodiaba las oficinas dio la voz de alto e intentó desenfundar su arma.
Según señalaron fuentes policiales, al ser descubiertos, y ante las dificultades de llegar hasta el local donde estaba el dinero, los delincuentes volvieron sobre sus pasos.
Al mismo tiempo, el hombre de Prefectura tomó su intercomunicador, pasó el alerta general y los asaltantes que huyeron a bordo de tres automóviles, Renault Megane, Peugeot 504 y Rover, comenzaron a ser perseguidos por móviles de dicha fuerza de seguridad.
En el cruce de Alicia Moreau de Justo y Garay se produjo el primer tiroteo, en medio del denso tránsito de automovilistas que, mientras eludían los balazos policiales y de los asaltantes, pugnaban por llegar a la autopista que une la ciudad de Buenos Aires con La Plata.
Allí los delincuentes fueron interceptados por un Ford Falcon de la División Prevención del Delito.
La confusión que dominó el enfrentamiento, entre vehículos que frenaban y derrapes en las vías, fue aprovechada por los asaltantes que viajaban en el Megane para escapar de la persecución policial.
El desenfrenado derrotero de los asaltantes y policías siguió por la avenida Huergo y luego por San Juan hasta el cruce con Azopardo.
En esa esquina se produjo el segundo y más violento enfrentamiento, cuando el móvil 258 de la División Sustracción de Automotores se cruzó delante de los dos vehículos de los asaltantes, que abandonaron el Peugeot 504 y el Rover para huir a pie.
Uno de los delincuentes, mortalmente herido, logró correr una cuadra, por San Juan, cruzó Huergo e intentó subir a un camión, pero cayó pesadamente sobre la calzada y murió.
En cambio, sus seis camaradas, que cubrieron su retirada a los tiros, lograron llegar hasta el local de Apple Computer, situado en Azopardo 1168, donde al grito de "métanse todos adentro" y "el que grita es boleta" tomaron como rehenes a los cuarenta empleados.
De inmediato ordenaron a Sebastián Herrera, el gerente de la firma, que bajara la cortina metálica del local y llevaron a todos, a punta de pistola, al primer piso. Tirado en la vereda
Mientras dentro del edificio, un viejo galpón reciclado de dos plantas, los cinco malvivientes amenazaban con matar a los rehenes, afuera, tirado sobre la vereda, uno de los malhechores agonizaba, luego de recibir un balazo en la cabeza.
Ahí quedó durante una hora y media ante la indiferencia de la policía y de los cientos de curiosos que invadieron la cuadra de Azopardo, entre San Juan y Humberto 1º y sin que nadie lo atendiera.
Los jefes policiales se quedaron sin argumentos a la hora de explicar por qué abandonaron al malviviente, que fue internado en gravísimo estado en el hospital Argerich, y donde, tras ser atendido de urgencia, murió, según confirmó anoche a La Nación el comisario mayor Infante.
En dicho nosocomio también fueron atendidos dos pasajeros del interno 19 de la línea 93, de 17 y 26 años, que resultaron heridos cuando una bala destruyó la luneta del vehículo que circulaba por Paseo Colón y cruzaba San Juan rumbo al centro, a una cuadra del lugar donde policías y ladrones se tiroteaban intensamente.
Los alumnos del colegio industrial 13 de Julio, que festejaban porque había faltado el profesor de química y tuvieron hora libre, eligieron volver de repente a la escuela, una vez que al ganar la calle se encontraron en medio de los tiros. El dramático episodio terminó a las 19, cuando el local fue rodeado por cientos de policías y llegó el juez de instrucción Nelson Jarazo, quien logró convencer a los delincuentes de que se entregaran.
Atrás habían quedado dos horas de tiroteos, persecuciones, incertidumbre, nervios y negociaciones entre la policía y un grupo delincuentes que "estaban jugados", según describió uno de los rehenes.
Tras el eco de los disparos y el final de una tarde escalofriante, la policía buscaba, al cierre de esta edición, a cinco delincuentes prófugos. Incertidumbre y pánico entre los cautivos
"Estamos bien, quédense tranquilos. No nos pasó nada", "avisale a mi hermana que ya terminó todo". Estas fueron algunas de las frases que Facundo y Manuel gritaban desde las ventanas del primer piso del edificio. Ellos fueron dos de los rehenes que estuvieron cautivos por casi dos horas.
En tanto, en la calle, una empleada de la empresa estaba conmocionada. Con la voz entrecortada dijo a La Nación : "Cuando entraron los delincuentes me tiré al piso.
No alcancé a ver nada, me puse muy nerviosa y pude salir porque ellos nos dejaron. Todo fue muy rápido."
La madre de Verónica estaba nerviosa. No era para menos. Estaba en su casa y escuchando la radio se enteró de lo que pasaba. "Apenas me lo dijeron me vine para acá.
Pensé lo peor. Aparte vi tantos policías y tanto movimiento que me asusté mucho. Por suerte todo salió bien".
El que tuvo un movido bautismo en la empresa fue Mariano. Es que hace sólo tres días que trabaja allí y estaba con su prima, quien lo recomendó.
"Escuché por la radio que había rehenes en Azopardo 1168 y me dije: "Allí trabaja mi hijo". Inmediatamente lo llamé por el celular, cuando no me contestó me di cuenta de que algo pasaba.", comentó el padre de Mariano, quien omitió su nombre. Gracioso momento
Pese al dramatismo de la situación, también hubo un momento para alguna anécdota graciosa, cuando una joven, que no se identificó, llamó por teléfono a su novio, empleado de Apple Computer.
"Me atendió uno de los delincuentes y preguntó de quién era el teléfono. Me dijo que no me podían atender y me cortó", dijo la joven.
"Me di cuenta de que había algún problema, así que volví a llamar pero ya habían apagado el celular", agregó.
Emiliano tuvo suerte. Llevaba una computadora a la empresa para que la arreglaran. "Escuché tiros y me tiré al piso.
Los delincuentes iban colgados de las puertas en un automóvil color bordó y disparando a la policía. Me salvé, si esto ocurría un minuto después yo también hubiera quedado como rehén. Gracias a Dios la policía llegó muy rápido."
Mariano, de 23 años, recordaba el momento en el que estaba comprando algo en la planta baja y escuchó una ráfaga de disparos.
"Vi a varios tipos armados que entraron y nos dijeron que nos tiráramos al piso, pero como después se fueron al primer piso nos dejaron salir", señaló.
Sábado 09.05.1998
Clarín.com » Edición Sábado 09.05.1998 » Sociedad » Un ladrón quería ir al Mundial
"SECRETOS DEL ROBO QUE FRUSTRARON LA PREFECTURA Y LA POLICIAUn ladrón quería ir al MundialEl jefe de la banda que tomó 35 rehenes en una empresa de la calle Azopardo iba a viajar al Mundial de Fútbol con la plata que pensaba robar
Los delincuentes no tenían experiencia en asaltos tipo comando
ROLANDO BARBANMe iba a ir al Mundial de Francia con toda la plata y miren cómo terminé, les dijo con una sonrisa resignada Daniel Peralta a los comisarios que se lo llevaban esposado rumbo a Tribunales. Peralta era el jefe del grupo comando que el jueves tuvo dos horas como rehenes a 35 empleados de la empresa Apple.Peralta, el hombre del traje color verde musgo que dirigió al grupo de 12 asaltantes, se refería al comienzo del raid que terminó en la toma de rehenes. Fuimos a buscar una buena filomena (mucha plata), agregó cuando lo subían a un celular.El lenguaje carcelario de Peralta, y las propias referencias a antecedentes judiciales que hicieron los detenidos, fueron los primeros indicios que tuvo la Policía de que ésa no era la primera vez que la banda del hombre del traje rompía la ley.A las 16.30 del jueves, los 12 asaltantes dirigidos por Peralta entraron en un edificio de la avenida España al 3.300, en la Costanera Sur. Tenían la información de que en la central termoeléctrica que están construyendo las empresas Roggio y Mitsubishi había 500.000 pesos.Pero los asaltantes equivocaron el camino y terminaron en el medio de una convención de inversionistas. Como consuelo, robaron las billeteras de los 56 presentes.Al salir, se encontraron primero con una patrulla de Prefectura y luego con otra de la División Sustracción de Automotores. El primer tiroteo los obligó a dividirse: siete subieron a un Rover bordó, y los otros cinco se dividieron en dos autos.El Falcon de Sustracción de Automotores siguió al Rover, mientras el resto escapó (aún están prófugos). A la persecución se sumó en Paseo Colón y San Juan un auto de Prevención del Delito.Todo el camino fueron disparándose, hasta que el Rover chocó contra un poste de luz en Azopardo y San Juan. Peralta, su viejo amigo Mario Oscar Viola (35), Luis Alberto Zamorano (26), Gabriel Alejandro Chiavasco, Angel Ricardo Maldonado (23), José Luis Villar (37) y Rubén González (38) bajaron del auto como pudieron.Detrás, frenó el Falcon de Sustracción de Automotores donde iban el inspector Santos Díaz y otros dos oficiales. Las ráfagas de balas salieron en todas direcciones. Una le dio a Rubén González, quien, herido, corrió por San Juan, cruzó la avenida Huergo y llegó hasta Puerto Madero.Con su pistola, González le apuntó al conductor de una camioneta amarilla detenida en el semáforo y pidió que se la diera. Pero cayó muerto antes de lograrlo.Mientras, sus compañeros corrieron por Azopardo hacia Apple. Cinco entraron para refugiarse. Villar no llegó: un disparo lo hirió de muerte en la puerta.Villar vivía en El Talar de Pacheco y en el 94 había sido condenado a 8 meses de prisión. Tenía otros antecedentes por robo, al igual que González.Fuentes policiales aseguraron que la banda no tenía experiencia en asaltos en grupo tipo comando, eran delincuentes comunes que se arriesgaron porque tenían un buen dato. Zamorano sólo tiene registradas detenciones por ebriedad, mientras que Maldonado, Chiavasco y Viola tienen antecedentes por hacer autos mellizos, robos y hurtos. Este último incluso tenía pedido de captura por un robo calificado y estuvo 5 años preso en Olmos.Lo único que nos sorprendió fue el poder de fuego que tenían: llevaban mucha ferretería, aseguró un jefe policial. Peralta usaba un fusil automático con 4 cargadores (un soldado lleva sólo 2) y el resto tenía una escopeta Itaka, pistolas calibre 45 y 9 milímetros, revólveres del 38 cargados con munición especial y granadas.Peralta y sus compañeros serán indagados a partir de hoy a las 11 de la mañana por el juez Nelson Jarazo. Intentarán explicar cómo fue que su intento de asalto grande terminó en la toma de rehenes".
A CAMIONES BLINDADOS:
AGUAS ARGENTINAS PLANTA POTABILIZADORA GRAL. SAN MARTIN
02 de octubre de 2000 Resultado: 2 portavalores de Juncadella asesinados, 2 presuntos delincuentes asesinados, 1 oficial de P.F.A. asesinado y 1 sub oficial de P.F.A. herido gravemente.
SECUESTROS EXTORSIVOS:
El caso más resonante en el que habría intervenido es el de Mirta Fernández, secuestrada a fines de setiembre en Don Torcuato por un grupo comando de ocho hombres. La mujer estuvo retenida 27 días, le amputaron el meñique derecho y la liberaron luego de cobrar 400.000 pesos.La Federal determinó que Fernández había sido retenida en una casa de Villa Elisa, propiedad del ex sargento. A él lo encontraron en San Bernardo, donde vivía con una pareja. Pero descubrieron que tenía otra mujer, con la que convivía en el "aguantadero", y también la detuvieron.Además, la Policía arrestó a la hermana del ex sargento y a su marido. Esta joven era estudiante de Medicina, lo que motivó la sospecha de que fuera la encargada de hacer las mutilaciones imputadas a la banda.Sin embargo, la Justicia Federal de San Isidro consideró que sólo había pruebas para mantener detenido al ex sargento: su mujer, su hermana y su cuñado fueron liberados casi de inmediato.
DESCUARTIZAMIENTOS:
LO INVESTIGAN POR OTRO ASESINATO
Cadena perpetua para un pai umbanda por descuartizar viva a una mujer
Ocurrió en diciembre de 2002 en el barrio de Belgrano. El hombre mató a una investigadora del Conicet para quedarse con sus bienes.
Un pai umbanda fue condenado hoy a cadena perpetua por descuartizar viva y asesinar a una investigadora del Conicet hace tres años en su casa del barrio porteño de Belgrano. Se trata de Juan Carlos Garro, de 48 años, y fue sentenciado por el Tribunal Oral 21 por el asesinato de Susana Tramacera (61) en diciembre de 2002. El crimen ocurrió en el departamento de la mujer, que estaba en el octavo piso del edificio de Maure 2487, donde la policía descubrió su cuerpo seccionado en bolsas de consorcio que estaban dentro del lavadero.
Clarín.com » Edición Miércoles 22.10.2003 » Policiales » El misterioso caso de un hombre descuartizado: ¿narco o sicario?
LOS RESTOS FUERON HALLADOS EN JUNIO EN DOS ZONAS DE LA CAPITALEl misterioso caso de un hombre descuartizado: ¿narco o sicario?Por sus ropas, creen que era extranjero. Nadie lo reconoció. ¿Venganza o ajuste?
Unos 85 kilos de peso, 1,78 de estatura, cabello corto y castaño, ojos oscuros, entre 40 y 50 años, con una cicatriz en el abdomen. Estos son los datos de un hombre que, para la Policía, sigue siendo un misterio. En junio su cuerpo apareció descuartizado en dos lugares de la Capital Federal. Y aún nadie lo identificó ni aparecieron familiares o amigos a reclamarlo.Por el origen de sus ropas, los investigadores piensan que puede tratarse de un extranjero y en esta línea existen tres hipótesis: podría ser un narco, un sicario (asesino a sueldo) o quizás un turista, aunque esta idea es la que menos fuerza parece tener.Hasta ahora, los médicos forenses que intervinieron en el caso tienen una sola certeza: el cuerpo del desconocido fue seccionado por un experto.La causa se inició el 2 de junio. Ese día la Policía encontró las partes del cadáver en dos lugares distintos de la ciudad. Algunas habían sido dejadas dentro de bolsas de nailon junto a la avenida General Paz, a la altura del barrio porteño de Villa Pueyrredón. Otras se hallaron en una valija abandonada cerca del río, a la altura de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.En la General Paz se encontraron bolsas con la cabeza y las extremidades de la víctima. El o los asesinos le habían cortado los dedos para dificultar su identificación. En el bolso de viaje abandonado en la zona costera se encontró un torso.El tiempo trascurrido desde el crimen sin que nadie reclame el cuerpo hace sospechar a los investigadores que la víctimano es argentina. Ya se chequeó con juzgados del interior del país sobre las personas con pedido de paradero y ninguna se corresponde con las características del cuerpo encontrado en junio.Ni siquiera se lograron datos luego de que se hiciera público un identikit digital confeccionado por la Policia Federal en el que se ve claramente la cara del desconocido.Por los pocos datos que se pudieron rescatar de la víctima a través del análisis de sus ropas, los investigadores inclinan la principal pista de la causa hacia un hombre extranjero, preferentemente colombiano, ya que de ese origen podrían ser su pantalón, la remera que llevaba y la valija dentro de la cual fue encontrado parte del cuerpo."Por lo que pudimos averiguar en estos meses, esas piezas no se fabrican ni se consiguen en nuestro país sino en Estados Unidos o Colombia", dijeron las fuentes, que no pudieron avanzar más allá en sus sospechas.Según los investigadores, la chomba que cubría el torso —de manga larga y con tres botones— no se fabrica en la Argentina, sino en Estados Unidos. Los pantalones que llevaba puestos (unos náuticos con elástico en la cintura y bolsillos a los costados) sólo se adquieren en Estados Unidos o Colombia.La duda de la Policía sobre si se trata de un "narco" o, incluso, un "sicario colombiano" se centra en el hecho de que nadie haya reclamado por su paradero desde el exterior. "Si fuera un viajante, alguien desde el extranjero hubiera pedido localizarlo y no ocurrió nada de eso. Por el contrario, ya establecimos contacto con jueces de todo el país y nadie tiene un pedido de averiguación de paradero por una persona de estas características", explicó un investigador del caso a la agencia Télam.En este marco, una de las pistas que siguen los investigadores es la que sindica al descuartizado como una persona vinculada con el narcotráfico colombiano. "Podemos pensar que era alguien que viajaba desde Estados Unidos a Colombia y también a la Argentina, ya que la ropa algo nos dice al respecto. Y además, así puede comprenderse un poco más por qué nadie reclama por él y la forma en que lo mataron", agregó el vocero. Para los investigadores, la sangrienta forma en que el hombre fue asesinado y la precisión de los cortes señala que actuó un especialista. Y el empeño en dificultar su identificación mediante la amputación de las falanges indica que se trata de un "acto mafioso", vinculado con una venganza o un ajuste de cuentas.
AUTOLESIONISMO:
Miércoles, 13 de Noviembre de 2002
EL CASO DEL CUSTODIO ASESINADO
Autorrobo y drama
Se conoció como el crimen de la Recoleta. Ocurrió el lunes pasado, en un edificio del distinguido pasaje Copérnico, entre Gelly y Obes y Galileo. Las víctimas, un custodio muerto de un tiro en la cabeza, y Rafael Brávez, de 70 años y su hijo, también Rafael, de 40, heridos de varios puntazos. Los dos delincuentes se llevaron 300 mil dólares que empleados de una financiera debían cambiar a los Brávez, transacción que se había pactado para realizar en el mismo departamento. Desde el comienzo, los investigadores sospechaban de un entregador en el círculo íntimo de los Brávez. Estaban en lo cierto: tan íntimo que los dos Brávez resultaron detenidos acusados del robo y cómplices en el homicidio.Según fuentes de la investigación, los Brávez viven en el amplio departamento del 2º A de Copérnico 2356, desde hace 25 años. Papá Brávez, su esposa, tres hijas y Rafael (h.). Los Brávez concertaron con una financiera la compra de 300 mil dólares, transacción que arreglaron realizar en el departamento, en un momento en el que no se encontraban ni mamá Brávez ni sus hijas. A la hora señalada llegaron dos empleados de la financiera, desarmados, con los 300 mil dólares. Pero ipso facto entraron dos asaltantes. Se produjo un forcejeo y uno de los delincuentes disparó a la cabeza de Ricardo Deluchi, uno de los hombres de la financiera, provocando su muerte. Los dos Brávez resultaron con heridas: el menor con algún puntazo y el padre con un fuerte golpe en la cabeza. La investigación la realizó la comisaría 19ª, con intervención del fiscal Adrián Giménez. Desde un principio sospecharon algo raro. Primero: que los dos Brávez tuvieran heridas menores. Segundo: ¿Cómo se habían enterado de la transacción los asaltantes? Las sospechas tuvieron su respuesta cuando hallaron ocultos, en el mismo departamento, casi la totalidad de los 300 mil dólares, fajos de papeles en blanco simulando los pesos que se pagarían a cambio de los verdes y abundante ferretería entre la que se encontraría el arma que dio muerte a Deluchi.
UNIDADES MILITARES:
REGIMIENTO DE TANQUES VIII MAGDALENA PCIA. DE BUENOS AIRES. 23 DE ABRIL DE 2003 DÍA DE SAN JORGE PATRONO DEL ARMA DE CABALLERIA.-
La Plata, miércoles 23 de abril de 2003
Un hombre murió y otros dos sufrieron
heridas de distinta gravedad
al estallar un artefacto explosivo en
un predio del Regimiento de Infantería
Mecanizada, en la vecina ciudad
de Magdalena, al que habrían ingresado
sin previa autorización, según
informaron a este medio fuentes
policiales.
El hecho ocurrió cerca de las seis
de la tarde cuando los tres hombres,
todos ellos civiles, se encontraban en
la zona de maniobras que tiene el
Ejército en ese predio, ubicado a
unos 10 kilómetros del casco urbano
de Magdalena.
Los voceros precisaron que las víctimas,
que habrían estado cazando
peludos y que encontraron en el
campo un artefacto militar que estalló
por causas que se investigan, habrían
ingresado al predio sin previa
autorización y por el río Magdalena,
cercano al cuartel donde se produjo
la tragedia.
Otra de las versiones indicó que los
hombres apoyaron un proyectil de
artillería que encontraron allí sobre
fuego para tratar de extraerle el aluminio,
porque pretendían venderlo
en una chatarrería.
Lo cierto es que la explosión provocó
la muerte inmediata de Carlos Fabián
Ocampo, de 38 años, mientras
que su primo Sergio Ocampo, 35
años, con heridas graves, perdió la
vista y tuvo que ser trasladado de urgencia
al Hospital San Martín de
nuestra ciudad. Al tiempo que Nestor
Güiraldi, de 35 años, quedó alojado
en el hospital de Magdalena con heridas
leves, según informó el director
del centro asistencial, Javier Ganon.
Voceros de la Comisaría Primera
de Magdalena indicaron que para ingresar
al predio tuvieron que hacerlo
a bordo de tanques de guerra, debido
a que en la zona donde se encontraban
los tres hombres estaba poblada
de minas.
La misma fuente señaló que el
cuerpo de Carlos Ocampo fue despedazado.
“Quedaron pedazos por todas
partes”, precisó.
En tanto, el Ejército calificó el hecho
como un “accidente” e indicó
oficialmente, en un parte firmado por
el coronel Ricardo Etchegaray, que
dentro del sector del campo de maniobras
del Regimiento de Caballería
de Tanques 8, se produjo un explosión
a raíz de la cual “fueron afectados
tres pobladores de la zona no
pertenecientes a la guarnición militar,
habiendo fallecido uno de
ellos”.
La investigación del hecho quedó a
cargo del juez federal de La Plata Arnaldo
Corazza.
MUERTE EN CUSTODIA:
EL PAIS › LA INVESTIGACION SOBRE LA CADENA DE MANDOS
El rol de la Armada y la Prefectura
Por Adriana Meyer
El fallo de la Cámara de San Martín convalidó la investigación sobre las concesiones y privilegios que gozó Héctor Febres durante la década que pasó con prisión preventiva en la sede Delta de la Prefectura: visitas ilimitadas, celulares, computadora, departamento privado, salidas a veranear en la base naval de Azul, utilización de las instalaciones para festejos familiares, entre otros beneficios impensados para cualquier preso. Por eso mantuvo el procesamiento del prefecto Mario Volpi, a cargo directo del represor, y del jefe de la sede Delta, Roberto Iglesias, por abuso de autoridad, aunque ordenó que fueran liberados porque ya no estaban acusados de haber sido partícipes necesarios de homicidio. La responsabilidad de la cadena de mandos en la muerte del represor es un capítulo abierto en la investigación de la jueza.
En su resolución, los camaristas Alberto Criscuolo y Horacio Prack ratificaron que el ex enlace entre la Prefectura y la Armada en la ESMA tuvo un “régimen elástico no reglamentario de detención”, lo cual habilitaría a la jueza a abordar las responsabilidades que van “más allá” de Volpi e Iglesias, en línea ascendente en la cadena de mandos. La alusión también le podría caber a Sergio Torres, el último juez que tuvo a su disposición al represor envenenado, a sus antecesores y al Tribunal Oral Federal 5, que llevaba adelante el proceso oral en el que Febres estaba siendo juzgado. “Estas responsabilidades todavía no se terminaron de despejar”, dijo a Página/12 una alta fuente del caso respecto del rol institucional de la Prefectura e incluso de la Armada en la muerte de Febres.
“Febres iba a ser el primer condenado de una fuerza que respondía a la Marina, pero su asesinato, cuatro días antes de la sentencia, reveló la forma impúdica en que estaban detenidos los miembros de las Fuerzas Armadas y de seguridad, demostró la falta total de voluntad de la mayoría de los jueces de tratarlos como lo que son, genocidas, y que en el interior de las Fuerzas Armadas siguen mandando ellos, porque el Ejecutivo tampoco tiene voluntad de desarticular ese poder interno”, dijo Enrique Fukman, sobreviviente de la ESMA y querellante del juicio contra Febres. Recordó, además, que Febres “ponía la pelopincho en la terraza del destacamento de Prefectura, festejaba ahí el cumpleaños de su nieta, llamaba al delivery desde su camarote y entraba sin esposas al juicio, entonces Bagnasco, Montenegro, Torres, el TOF 5, la Prefectura y el ministro Fernández, todos eran responsables de que estuviera detenido según las leyes, de que llegara vivo a la sentencia”.
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Francis Whamond
El fallecimiento
Noticias de Política: anterior siguiente Sábado 28 de diciembre de 2002 Publicado en edición impresa
El 23 de diciembre último falleció el capitán de fragata (R) Francis Whamond, marino que permanecía detenido por causas relacionadas con violaciones a los derechos humanos en la década del 70.
Whamond había nacido el 1° de febrero de 1930. Ingresó en la Armada el 23 de junio de 1947 y formó parte de la promoción 77° de la Escuela Naval. Con el grado de capitán de fragata, se retiró el 1° de octubre de 1972. Como oficial retirado se incorporó como docente en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
En marzo de 1987 fue detenido por orden de la Cámara Federal, junto con otros nueve ex integrantes de la Armada. La crónica periodística de esos días señala como fundamento judicial la declaración de dos ex prisioneros en la ESMA, Lisandro Raúl Cubas y Graciela Beatriz Daleo, que expusieron a Whamond como uno de sus captores.
Su caso se hizo conocido al ser detenido junto con oficiales en actividad en 1987, como el teniente de navío Alfredo Astiz. En esa causa también había sido detenido, entre otros, el capitán de fragata (R) Jorge Acosta.
Beneficiado por las leyes de obediencia debida y de punto final, Whamond recuperó la libertad hasta agosto de 2001, cuando el juez federal Claudio Bonadío ordenó su detención en una causa que involucra también al ex almirante Emilio Massera.
La Cámara Federal había considerado, en mayo de 2000, que la apropiación de bienes de desaparecidos es un delito no comprendido por las leyes dictadas para resolver el problema militar. Desde entonces, Whamond se encontraba arrestado.
Apoyándose en la causa que tenía como involucrado a Whamond, el juez Bonadío declaró la inconstitucionalidad de las leyes de obediencia debida y de punto final. Ese fallo fue ratificado por la Sala II de la Cámara Federal y confirmó el procesamiento de los oficiales involucrados, entre ellos, Whamond.
Figuraba, además, en los pedidos de captura internacional librados por el juez español Baltasar Garzón.
POLICIAS FEDERALES ASESINADOS:
EL CRIMEN OCURRIO EN 2002 DURANTE UN ROBO (Clarín)
Perpetua para el joven que asesinó al custodio de Ruckauf.
Un joven de 20 años fue condenado ayer a prisión perpetua por el crimen de un custodio del diputado Carlos Ruckauf cuando era canciller. En el fallo, también fue condenado a siete años de prisión el padre del joven, quien fue su cómplice. El Tribunal Oral de Menores número 1 condenó al joven —cuyo nombre no se difunde porque al momento del asesinato era menor de edad— por el crimen de Adrián Falduto, en abril de 2002. El tribunal lo encontró culpable de "robo agravado en calidad de coautor, tenencia de arma de guerra y homicidio criminis causa (se comete con el fin de ocultar otro delito, en esta caso el robo)". El padre del joven, César Migliorini, recibió una pena menor. Lo encontraron culpable de robo agravado, tenencia de arma de guerra y encubrimiento.Durante todo el proceso judicial, tanto Migliorini como su hijo negaron su participación en el crimen y descargaron toda la responsabilidad en Claudio Bonelli, quien murió al enfrentarse con Falduto. El principal Adrián Falduto fue asesinado el 5 de abril de 2002 en el Bar de la Villete, ubicado en Juncal y Salguero, en Palermo. Un joven entró al bar armado y exigió la recaudación. Falduto estaba entre los clientes, vestido de civil. Se desempeñaba como jefe de la custodia del entonces canciller Carlos Ruckauf. Justo frente al bar, Ruckauf tenía su departamento.Cuando el ladrón entró al lugar, Falduto se identificó como policía y le disparó. El joven murió por un tiro que recibió en el pecho. Pero un cómplice —el joven ahora condenado— entró por otra puerta, y le disparó por la espalda. Según los testigos, cuando Falduto cayó al suelo, el ladrón le apoyó el arma en la nuca y volvió a disparar.Cuando llegó la Policía, el asesino ya se había escapado en un Peugeot 405 gris en el que lo esperaba su padre. Falduto fue llevado en ambulancia hasta un parque en Coronel Díaz y Las Heras, y desde allí un helicóptero lo trasladó al Hospital Churruca. Pero el policía murió antes de entrar al quirófano.César Migliorini fue detenido en una casa de Munro, al norte del Gran Buenos Aires, al día siguiente del asesinato de Falduto. En tanto, su hijo fue atrapado tras el allanamiento de una casa ubicada en el partido bonaerense de Zárate".
La ola de violencia
Hubo cuatro muertos en varios asaltos y tiroteos
Violencia: los hechos de sangre ocurrieron en el barrio de Barracas, en San Martín y en Beccar, a 20 cuadras de la villa La Cava.
Noticias de Información general: anterior siguiente Domingo 10 de enero de 1999 Publicado en edición impresa
FOTO Los operativos policiales en las villas de emergencia no pueden frenar la ola de inseguridad Foto: Archivo
Ni los megaoperativos que se realizaron con gran ostentación de armas y de despliegue policial en las distintas villas de emergencia, ni los controles con policías encapuchados efectuados en importantes avenidas del conurbano pudieron frenar la escalada de violencia desatada en el Gran Buenos Aires.
Otra vez San Isidro, Beccar y San Martín se convirtieron en el centro de la ola de inseguridad.
Ayer se agregó a la lista negra el barrio porteño de Barracas, donde un ladrón fue abatido por un policía retirado, cuando el primero intentó asaltar la farmacia en la esquina de Montes de Oca e Iriarte.
El episodio se produjo a las 20.15 cuando el custodio del comercio advirtió que un delincuente apuntaba con un arma a la empleada del local, mientras un cómplice vigilaba la puerta.
En ese momento se originó un tiroteo que concluyó cuando uno de los asaltantes, mortalmente herido, cayó en la vereda, a media cuadra de la farmacia.
VIOLENCIA DOMESTICA:
FILICIDIOS: MELLIZOS ASESINADOS
Poder Judicial de la NaciónT.O.M. II. SENTENCIA NÚMERO 954 - CAUSA Nº 3594
MUERTES EN CUSTODIA: EN CRIAS., EN PENALES, EN DEPENDENCIAS MILITARES, EN HOSPITALES PUBLICOS, EN GERIATRICOS.